Después de las vacaciones, de vuelta a la rutina y al trabajo. Aunque no pensé que sería tan de golpe. Resulta que recibí este encargo según volvía de viaje, y para el día siguiente!. Me tuve que poner las pilas y de qué forma!
La tarta era para el cumpleaños de Estela, la hija de una amiga, y como no era demasiado complicada acepté, pero vamos, que en sólo una mañana no os digo lo que corrí.
Aun así creo que la gustó bastante, y para el poco tiempo que tuve quedó simpática.
Porque eres tu, Evita, que sino no te hago ni caso!!
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