Sabéis la cara que se me puso cuando me encargaron esta tarta?. Resulta que Patricia, me pidió que la hiciese a ella, vestida de Comunión, (hasta aquí todo bien), y que la pusiera con Dios. Ea!, nada menos que con Dios. Así que me puse a pensar, y al final resolví, que lo mejor era adoptar una de sus formas, e hice una figura de Jesús, sentado en una piedra, charlando tranquilamente y de la mano de Patricia.
Parece que quedó conforme y le gustó mucho la tarta. Menos mal!